Andenes
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Son varias las rutas para llegar a Noruega, y los viajeros las han estudiadas a todas.
En tiempos modernos, ante todo, existe el aviòn. Que, desde el punto de vista del
verdadero viajero, es el peor instrumento de viaje. El aviòn te lleva, dentro de un
ambiente esterelizado y standard, de un aeropuerto a otro aeropuerto, totalmente
igual a aquél de donde se partiò. Por lo tanto, excludiàmolo a prior.
El método preferido de los verdaderos viajeros es la rueda, y para algunos, dos es
el limite màximo. El viaje en motocicleta es seguramente el màs aventuroso,
y también aquél que permite de saborear mejor el lento mudar del paisaje, de los
ambientes, de las comidas, de los olores, del clima, de los rostros, de todo.
Los màs corajosos tientan la bicicleta, o a veces un medio màs còmodo, como
la casa rodante o el auto, alternando con la bicicleta. Pero hasta que no se consolide
definitivamente la filosofìa del que el pedalear es lindo, faltaràn los caminos
seguros para tal vehìculo. En el Veneto, Italia, existen pistas ciclables fuera de las
ciudades, reservadas exclusivamente para quien se mueve con èste medio, y que
miden kilòmetros y kilòmetros. Algunos han pensado de transformar los pedazos
viejos de la ruta E6 (que atraviesa la Noruega), en pistas ciclables. Serìa una idea
excelente, hasta del punto de vista econòmico, al contrario de cuanto se piense,
porque estoy convencido de que existan centenares y centenares de personas
dispuestas a pagar, para descansar, como hotel y puntos donde alimentarse y otras
comodidades, hasta talvéz un impuesto para su utilizo, con tal de pedalear sin
automòviles inquinantes entre los piés.....es decir, entre los pedales.
Los dos sistemas màs clàsicos, para un viaje en Noruega, quedan sin dudas, el
auto y la casa rodante.
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